El pasado 30 de agosto de 2025, Sebas, cofundador de The WorkFlow Company, participó en una charla Ignite durante la conferencia de Platzi, celebrando su décimo aniversario ante más de 6,000 asistentes. El foco de la conferencia fue construyendo el futuro de la educación, la tecnología y la inteligencia artificial en América Latina.
En apenas cinco minutos, compartió una visión que tenemos muy presente en The WorkFlow Company:
la tecnología, usada conscientemente, puede no solo mejorar nuestra productividad, también puede alimentar nuestra felicidad y elevar nuestra consciencia.
Punto de partida: ¿por qué vale la pena usar la AI?
Antes de entrar en los ejemplos personales, vale la pena respaldar esta idea con datos reales sobre cómo la AI ya está impactando positivamente en nuestras vidas:
- En el sector público del Reino Unido, más de 20 000 funcionarios ahorraron cerca de 26 minutos al día (dos semanas al año) gracias a Microsoft Copilot Financial Times.
- Según Slack, el 81 % de trabajadores de escritorio que usan AI reportan mejoras en productividad, y un 22 % más de satisfacción en su experiencia laboral Slack.
- A nivel emocional, un estudio reciente halló que conversar con un chatbot AI produjo más felicidad que escribir en un diario, especialmente al tratar temas difíciles como la culpa o la tristeza arxiv.org.
Estas cifras confirman lo que ya vivimos día a día: cuando usamos la AI intencionalmente, podemos multiplicar nuestro bienestar, productividad y autoconocimiento.
Ahora sí, los tres ejemplos reales de Sebas
Debo admitir que Sebas es un crack con AI. A mí me cuesta un poco, pero él la usa todos los días con naturalidad, mientras yo hago mi esfuerzo para aprender. Sus tres ejemplos me parecen brillantes porque muestran que no tienes que crear algo sumamente complejo, empiezas con casos reales tuyos o de personas cerca de aquí.
1. Coachito: un asistente emocional para procesar la tusa (el desamor)
Después de una ruptura dolorosa, Sebas creó Coachito 👀, un chatbot en WhatsApp que funcionaba como diario emocional. Él escribía lo que sentía y la herramienta organizaba todo en Notion. Cada semana, la AI analizaba el contenido y le entregaba un reporte con patrones, sugerencias y reflexiones.
- Le ayudó a identificar emociones recurrentes.
- Le dio perspectiva sobre cómo evolucionaba su proceso.
- Le permitió llevar conversaciones más ricas con su psicólogo.
2. Coach de meditación: hábitos con intención y seguimiento
Junto con su amiga Sara, creó un chatbot que enviaba recordatorios diarios de meditación y conectaba los datos a un dashboard en Notion. Esto hizo que Sebas pudiera ver, en números y gráficas, el impacto de su constancia.
- Más de 30 días consecutivos meditando.
- Casi 9 horas acumuladas de práctica.
- Una mejora tangible en foco, concentración y calma mental.
El secreto aquí es que la tecnología se convierte en un aliado para sostener el hábito, algo que suele ser difícil de mantener solo con fuerza de voluntad.
3. El asistente para el negocio de su mamá
La mamá de Sebas manejaba su negocio de belleza con un cuaderno: clientes, pagos, inventario, todo. Sebas le creó un chatbot conectado con Notion que le permitió gestionar todo desde WhatsApp, su canal más natural.
- El negocio se volvió más organizado y eficiente.
- Ella se sintió más empoderada y feliz con la tecnología.
- Tanto que le puso un apodo al sistema: “el robot”.
Lo más bonito de este caso es que la AI no se sintió como un software complejo, sino como un compañero que la ayudaba a simplificar su vida diaria. Hahaha, de los 3 ejemplos esta es mi favorita.
Al igual que Sebas, esto es una filosofía en The WorkFlow Company
Todos estos ejemplos que compartió Sebas me gustan mucho porque reflejan lo que vivimos dentro de nuestra propia empresa: usar la AI y la tecnología lo más posible para ser una AI First Company.
Eso significa que siempre pensamos en cómo integrar la inteligencia artificial de manera profunda en nuestra compañía, en nuestras operaciones y en todo lo que hacemos.
Algo curioso es que cada dos semanas Sebas y yo nos sentamos a compartir qué hemos creado con AI, ya sea en lo personal o en lo laboral. Debo confesar que todavía me falta mucho por aprender, porque muchas de las cosas que él muestra me dejan enloquecida. Pero al mismo tiempo me inspiran y me dan muchísimas ganas de seguir explorando cómo la tecnología puede mejorar nuestra forma de trabajar y de vivir.
La AI no es el futuro, ya está aquí.
La pregunta es cómo vas a avanzar en tu vida y en tu empresa.
Si quieres empezar este camino y no sabes cómo, agenda una llamada con nosotros.
De seguro, Sebas va a tener demasiadas ideas para ayudarte.
Roxana Rodriguez
Co-founder, The Workflow Company